Artesanía en Azabache

De los talleres de María Pérez y Alba García salen piezas únicas, trabajando el azabache en bruto con sus propias manos: piedra mágica de Asturias, a la que se le atribuyen propiedades terapéuticas y protectoras desde tiempo inmemorial.

El azabache de Asturias se encuentra en sedimentos pertenecientes al jurásico superior, depositados hace 150 millones de años. Se trata de una variedad de lignito, procedente  de una especie vegetal extinta, autóctona de esta región. Se presenta negro, compacto, suave al tacto, ligero y  bastante duro, y está considerado uno de los mejores del mundo para utilizar en joyería.

Pero el azabache es también un material muy frágil y por ello su extracción y tratamiento siempre ha sido artesanal, y de baja rentabilidad, lo que hoy en día dificulta su abastecimiento. Alba García y María Pérez crean en 2016 la Unión Azabachera de Villaviciosa, con ella se han propuesto el defender y dar visibilidad al azabache autóctono, además de mantener vivo y en boga su tradicional oficio, reivindicando la originalidad del azabache asturiano,  y luchando contra el intrusismo y las falsificaciones.

Dicen que  el azabache tiene alma propia, y guarda en su interior todo lo que quiere ser, así que Alba y María, por encargo exclusivo de FAPAS, han sabido encontrar en estos pequeños y escasos trozos de fósil, a algunas de las mejores joyas de nuestra fauna.

Cada pieza es única, tallada en azabache de Asturias de forma manual, con un tamaño entre 1,5 y 3 centímetros, con certificado de autenticidad.

Si quieres ampliar tus conocimientos sobre este material, te invitamos a ver el documental ‘Azabache, la piedra mágica’ (video de 1989) que nos acerca a la cultura del azabache en Asturias y nos transporta en el tiempo:

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